miércoles, 4 de junio de 2008

La observación enfrenta, la experiencia envuelve.

El acto de observar enfoca la atención, la razón y los sentidos de tal forma que el fenómeno que se presenta es de carácter confrontacional (el observador frente a lo observado). Por otro lado, la experiencia, aquella donde la razón y los sentidos no indagan ni buscan, sino se abren y reciben, es envolvente.

Puede ser que éste último fenómeno, el de la experiencia abierta, sea válidamente llamado observación. Pero no es la observación de tipo científico que se presenta comúnmente en el ámbito aislado de un laboratorio, sino la observación como la entendía y practicaba Goethe, realizada en el entorno y contexto esencial de cada evento, ser o cosa observada. Un pájaro no canta igual si está libre o enjaulado; una planta no se desarrolla y mueve igual si está bajo techo en una maceta o en el campo bajo el sol.

En la música existe, dede luego, la perspectiva del que escucha. En este sentido lo ya dicho no parece tener gran trascendencia. Pero existe la perspectiva del compositor, cuyo enfoque creativo puede aproximarse a la creación
de una música más cercana a generar una experiencia envolvente que la observación de un objeto.


Johann Wolfgang von Goethe

No hay comentarios.: