miércoles, 25 de junio de 2008

Los momentos del agua

No se pierdan la presentación del libro Los momentos del agua de Jeannette L. Clariond, la cual se llevará a cabo en la Casa Siglo XIX (Juárez y Sexta 601, Chihuahua) el lunes 30 de Junio a las 20 horas.

La autora dará lectura a algunos de los poemas incluidos en el libro y habrá comentarios por parte de Enrique Servín y Alfredo Espinosa. Vale la pena (aunque en realidad mucha pena no hay).

lunes, 23 de junio de 2008

¿No es aburrido hablar de composición?

Casi siempre, pero esperemos que éste no sea el caso el viernes 27 de Junio, cuando se lleve a cabo el evento "Tendencias Contemporáneas de Composición en Chihuahua", como parte de las actividades de la Primer Semana Artística del Conservatorio. Dicho evento contará con la participación de algunos compositores que radican en la localidad y se llevará a cabo en la sala de conciertos del Conservatorio de Música de Chihuahua, a las 14 hrs.

Si te interesa, aunque sea poco, asiste y participa. Quizá logres sustraer o aportar algo relevante. Quizá.

jueves, 19 de junio de 2008

Multi/inter

Uno de los conceptos que ha mostrado gran desarrollo en el arte contemporáneo es el de la multidisciplina. Las barreras entre disciplinas artísticas se diluyen frecuentemente en obras o actos destinados a estimular los sentidos en conjunto. Desde luego esto no es nada nuevo, la ópera, por ejemplo, ya apuntaba en esta dirección y Wagner la lleva a otros niveles con lo que llamó Gesamtkunstwerk (obra de arte total o integrada). El movimiento Fluxus de la década de 1960, por citar otro ejemplo, contribuyó ampliamente en el desarrollo y esparcimiento de este fenómeno. Pero ahora la tecnología no sólo ha posibilitado este acercamiento creativo, sino que lo ha incentivado. Es común encontrar obras con elementos visuales, teatrales y musicales, por ejemplo.

Me parece que esta manera multidisciplinaria de hacer arte es relativa a factores culturales de gran peso en la actualidad. La multiculturalidad es un fenómeno que se percibe generalmente como bueno: la coexistencia de elementos diferenciados, en este caso de personas. Los Estados Unidos son el ejemplo más representativo. Pero una mirada social más a fondo nos muestra, además de las virtudes de este fenómeno, su esencia conflictiva, las fricciones inherentes en el contacto directo entre grupos cerrados. Lo mismo sucede con muchas de las obras que presentan dichas aspiraciones artísticas. Uno de sus elementos se impondrá sobre los demás, relegándolos inclusive a mero soporte, como la música de una película.

Por otro lado existe la interdisciplinariedad, donde una disciplina artística, artesanal, científica, humanista, o de otro tipo, influye directamente en el quehacer de otra. En música podemos mencionar, entre otros, los ejemplos de Iannis Xenakis y Morton Feldman. En el primero existía un flujo entre su pensamiento arquitectónico --y por ende espacial-- y el musical. El ejemplo clásico es su diseño compartido entre el Pabellón Philips (con Le Corbusier, 1958) y la obra Metastasis (1954) para orquesta.

Arriba: Pabellón Philips.
Abajo: Fragmento de Metastasis.




Feldman, por su lado, absorbe la esencia del trabajo pictórico de sus amigos que desarrollaron lo que se denominó el expresionismo abstracto en Nueva York en las décadas de 1950 y 60. En sus obras, Feldman transfiere la superficie plana (sin perspectiva) de dichas obras a paisajes sonoros sin relieves de intensidad de volúmen. Posteriormente, el mismo Feldman toma el modelo de los tapetes persas y turcos antiguos, resultando en una música constituida por la repetición y variación sutil de patrones y una extensión temporal de grandes dimensiones.


Arriba: Yellow, Red, Red (1954) de Mark Rothko. Abajo: Tapete turco (ca. 1870)

No estoy en contra de la multidisciplina, en absoluto. Sólo creo que el puro multi sin el inter augura un espléndido chile con queso.

viernes, 13 de junio de 2008

Sustancia sonora

Hemos visto cómo una música omnipresente afecta nuestra percepción temporal. Pero, como sabemos, el tiempo por sí solo es una mera abstracción irreal si no consideramos el espacio. Por lo tanto, ¿qué hay de las cualidades espaciales en una música así? Éstas toman prominencia sobre el discurso sonoro. La materia sonora y sus transformaciones ocupan la atención, estimulando una escucha no centrada en códigos sonoros, sino abierta a las propiedades inherentes a las sonoridades. Al no estar subordinada a un orden retórico, la sonoridad misma se realza, poniendo de minifiesto vívidamente sus cualidades intrínsecas (textura, densidad, color, movimiento, etc.).

¿Es posible hacer arte con sonido en vez de con códigos sonoros? Yo creo que sí, del mismo modo que es posible hacer arte visual no figurativo. Ahora, no quiero establecer un paralelismo entre la música que describo aquí y la pintura abstracta, por ejemplo, pero sí mostrar las coincidencias. En ambas podemos decir que son el tipo y la distribución de los materiales los que establecen un vínculo con lo psíquico, emocional y/o espiritual.

El sonido (incluyendo su movimiento, desde luego) con valor en sí mismo, no como elemento sintáctico, es resultado de una música envolvente.

jueves, 12 de junio de 2008

El presente sonoro

Una música envolvente requiere de un cambio de paradigmas composicionales. Esto, por necesidad, lleva a un cambio de paradigmas de la escucha. Si queremos poder acceder, comprender y habitar cierta obra musical, es necesario encontrar las herramientas perceptivas necesarias, o en otras palabras, saberla escuchar. Podemos decir que cada obra (aunque comparta técnicas, estilo y/o costumbres con muchas más) plantea la necesidad de ejercer un criterio único de escucha. Cada obra conlleva un camino que hay que encontrar.

Entonces, ¿qué diferencia hay, por ejemplo, entre una música
que enfoca la atención lógica y racional y otra que envuelve? La primera tiene un sentido, se desenvuelve en el tiempo revelando secuencialmente sus contenidos --como el lenguaje--. La segunda muestra un pasado y un futuro que no son causa y efecto (o elementos derivativos de significación), sino parte de un presente continuo.

Una obra de este tipo es un momento que se prolonga. Entonces
la música es tiempo y la percepción temporal se transforma, a diferencia de lo que sucede cuando la música tanscurre en el tiempo. Aquí es cuando podemos decir que más que observar la música, la habitamos.

lunes, 9 de junio de 2008

Observation confronts, experience envelops.

The act of observation focuses attention, reason, and the senses in such a way that the event has a confrontational character (the observer versus the observed). On the other hand there's experience, where reason and the senses don't search and investigate, but are enveloped.

This kind of event, the open experience, can also be called observation, and rightly so. But it's not the scientific type that usually takes place in an isolated environment, but observation like Goethe understood and practiced it, in the essential environment and context of whatever is observed. The same bird will sing differently being free or caged; a plant will not develop and move in the same manner if it's in a pot indoors or in a field under the elements.

In music there are at least two perspectives: the listener's and the composer's.
In the former, what's been said so far is not so relevant, being that (s)he has little or no influence on the work itself and how it's presented. The composer, on the other hand, can have a creative approach closer to making enveloping music than to one meant to be observed like an object.

miércoles, 4 de junio de 2008

La observación enfrenta, la experiencia envuelve.

El acto de observar enfoca la atención, la razón y los sentidos de tal forma que el fenómeno que se presenta es de carácter confrontacional (el observador frente a lo observado). Por otro lado, la experiencia, aquella donde la razón y los sentidos no indagan ni buscan, sino se abren y reciben, es envolvente.

Puede ser que éste último fenómeno, el de la experiencia abierta, sea válidamente llamado observación. Pero no es la observación de tipo científico que se presenta comúnmente en el ámbito aislado de un laboratorio, sino la observación como la entendía y practicaba Goethe, realizada en el entorno y contexto esencial de cada evento, ser o cosa observada. Un pájaro no canta igual si está libre o enjaulado; una planta no se desarrolla y mueve igual si está bajo techo en una maceta o en el campo bajo el sol.

En la música existe, dede luego, la perspectiva del que escucha. En este sentido lo ya dicho no parece tener gran trascendencia. Pero existe la perspectiva del compositor, cuyo enfoque creativo puede aproximarse a la creación
de una música más cercana a generar una experiencia envolvente que la observación de un objeto.


Johann Wolfgang von Goethe