viernes, 16 de diciembre de 2011

Zobre lo Nuevo

Ante la pregunta de si es posible lo nuevo quiero responder diciendo que no sólo es posible, sino que es parte integral de la vida misma, la cual es renovación.

Creo que el problema se origina con el utopismo moderno occidental que prácticamente quería que llegáramos del punto A al punto B teletransportándonos. Sin duda el existencialismo nacido de la abstracción de la vida al pensamiento, al mundo de las ideas (y peor, de las ideologías), ha generado esta noción de imposibilidad de renovación, lo cual no es más que el rechazo o el miedo a la muerte.

La médula de la vida y el arte es el cambio, el abandono de un estado de cosas por la creación de otro. Pero el verdadero cambio trasciende nuestro marco referencial individual del tiempo. En este momento podemos ver fácilmente los cambios gestados a través de los siglos, pero es más difícil sentirse parte de y vivir esos cambios a fondo.

Lo nuevo como rompimiento es una ilusión. Lo nuevo como continuidad es inevitable.

Somos el cambio, somos lo nuevo, siempre, pero no lo vivimos como tal ya que nos sentimos parte de lo mismo. En este sentido, lo nuevo no tiene nada de nuevo.

martes, 13 de diciembre de 2011