La autora dará lectura a algunos de los poemas incluidos en el libro y habrá comentarios por parte de Enrique Servín y Alfredo Espinosa. Vale la pena (aunque en realidad mucha pena no hay).

Me parece que esta manera multidisciplinaria de hacer arte es relativa a factores culturales de gran peso en la actualidad. La multiculturalidad es un fenómeno que se percibe generalmente como bueno: la coexistencia de elementos diferenciados, en este caso de personas. Los Estados Unidos son el ejemplo más representativo. Pero una mirada social más a fondo nos muestra, además de las virtudes de este fenómeno, su esencia conflictiva, las fricciones inherentes en el contacto directo entre grupos cerrados. Lo mismo sucede con muchas de las obras que presentan dichas aspiraciones artísticas. Uno de sus elementos se impondrá sobre los demás, relegándolos inclusive a mero soporte, como la música de una película.
Por otro lado existe la interdisciplinariedad, donde una disciplina artística, artesanal, científica, humanista, o de otro tipo, influye directamente en el quehacer de otra. En música podemos mencionar, entre otros, los ejemplos de Iannis Xenakis y Morton Feldman. En el primero existía un flujo entre su pensamiento arquitectónico --y por ende espacial-- y el musical. El ejemplo clásico es su diseño compartido entre el Pabellón Philips (con Le Corbusier, 1958) y la obra Metastasis (1954) para orquesta.
Arriba: Pabellón Philips.
Abajo: Fragmento de Metastasis.