-- Gerhard Richter.
sábado, 26 de diciembre de 2009
La esencia de las cosas
jueves, 8 de octubre de 2009
Sueño
Pero claro, no es posible. En realidad yo mismo estaría en contra de ello. El hacer algo así implicaría ejercer una serie de políticas, y como ya es evidente, la política es un canal ideal para que el ser humano pueda degradarse. Pero aunque la autoridad musical no pueda ni deba existir, es agradable soñar de vez en cuando.
domingo, 23 de agosto de 2009
La S(u/o)ciedad del Espectáculo
El espectáculo parece un ser insaciable que mientras devora todo lo que entra en contacto con él crece sin límites. Hace mucho que el espectáculo pasó de ser un fenómeno a una mentalidad. La guerra, la política, la vida social, la familia, las religiones, la educación; no parece haber nada excento de tan nefasta y adormecedora influencia. Mentes brillantes se opacan al contagiarse, al confundirse por el poder del espectáculo. Nos rodea de tal modo, permea casi todo, que es difícil distinguir el grado de influencia que tiene, la manera en que echa a perder y trastoca, poco a poco, hasta los fundamentos más sólidos de aquello que llamamos civilización.
Es triste ver cómo el arte sucumbe ante esta fuerza. Más bien cómo sucumben aquellos que buscan hacer arte. Yo creo que el arte no está por acabarse, como muchos piensan (la sociedad del espectáculo). Es más, creo que el arte siempre existirá (mientras nosotros existamos) y su núcleo se mantendrá limpio de todo aquello que busque idiotizar, manipular y finalmente destruir conciencias.
El deseo de poder y dinero no podrá nunca contra el arte. El primero se muestra abiertamente celoso de la permanencia del segundo. Claro, no todo aquel que se dice artísta está inmune. La lucha verdadera de éste radica en que el arte no se le caiga de las manos y lo chupe el diablo.
jueves, 20 de agosto de 2009
Tiempo perdido
Últimamente nadie tiene tiempo. Al parecer se está extinguiendo.
lunes, 3 de agosto de 2009
Bagaje musical
Encontré este video en NetNewMusic, donde Jeff Harrington lo utiliza para llamar la atención sobre las expectativas musicales. Resulta impresionante (como este video muestra, pero no por él únicamente) el grado profundo en el que llevamos inscritas ciertas nociones y criterios musicales. Si entendemos esto podremos entender por qué buena parte del siglo anterior suena como cachorrito perdido.
World Science Festival 2009: Bobby McFerrin Demonstrates the Power of the Pentatonic Scale from World Science Festival on Vimeo.
sábado, 18 de julio de 2009
El lado oscuro de la luna (si a alguien le interesa)
Como en la Técnica Alexander [ver texto anterior], no es necesario hacer mucho con respecto al sonido, sólo establecer las condiciones para que éste haga lo que tenga que hacer. En cuanto mayor sea nuestra intervención en estos procesos, menor libertad. El trabajo artístico se encuentra en el establecimiento de estas condiciones (enorme labor, casi imposible, que conjunta habilidades, percepción, inteligencia, intuición y sensibilidad).
La música, como la conocemos, sabe poco de esto. O mejor dicho, sabemos muy poco de esta otra música. Es como el lado oscuro de la luna, y son pocos los que buscan entrar. Muchos prefieren la certidumbre (de una sintáxis interválica, por ejemplo) y es comprensible, es un lugar seguro. Hay un dicho popular: "Nadie dijo que la vida era fácil". Nadie dijo que el arte lo fuera.
lunes, 18 de mayo de 2009
Composición y la Técnica Alexander
Acabo de escribir un texto en mi otro blog, aquel escrito en inglés, sobre algunas reflexiones en torno a la posible relación entre la Técnica Alexander y la creación musical. Selecciona el título o aquí.
miércoles, 11 de marzo de 2009
El Bien y el Mal
Alguien me dijo hace unos días que el bien y el mal no existen. La conversación giraba (y vaya que giraba) alrededor de un caso que, entre otras cosas, presentaba abuso infantil. Se me argumentaba que dichos comportamientos son, en este caso particular por lo menos, resultado de una patología derivada del abuso que el mismo abusador sufrió en la niñez. Esta patología, por un lado, desencadena una especie de impulso incontrolable de hacer daño, de repetir la desafortunada situación de la infancia; por otro lado, se me informa, la noción del bien y el mal queda rebuscada de tal forma que, para una persona así, su comportamiento no es necesariamente reprobable, sino que puede inclusive creer que actúa correctamente. Por lo tanto, la noción del bien y del mal es una ficción, ya que todo es subjetivo.
Estoy en total desacuerdo. Lo subjetivo y lo relativo son, a mi juicio, la máscara característica de la actualidad. Esta es una actualidad desinteresada del humanismo e interesada en todo aquello que es encasillable. Las verdaderas cuestiones humanas escapan la categorización, mientras que lo demás, lo superfluo, es empaquetable, vendible como producto o servicio (buena parte de la educación actual califica como lo último). Es común, por lo tanto, permanecer en un estado de falta de compromiso, manteniendo un nivel básico de ideas y pseudoteorías de fácil digestión y adaptación a esquemas lógicos, lo cual facilita su traspaso (de mente en mente) y adopción.
El bien y el mal existen, y la línea que los separa no es tan borrosa como muchos quieren pensar. Esta máscara de subjetividad y relativismo es sólo una justificación. ¿De qué? De lo que hacemos o podríamos llegar a hacer. Pero desde luego, como dice Rob Riemen en su Nobleza de Espíritu, nadie puede poseer la verdad del bien y el mal. Es una búsqueda perpetua, un diálogo no sólo con el mundo, sino con uno mismo.
La misma falta de compromiso que lleva a la justificación de casi cualquier cosa la vemos en ámbitos de la vida menos drásticos en apariencia que, por seguir con el ejemplo mencionado, el abuso infantil. Es lamentable ver esto en el arte, por ejemplo, donde los participantes gustosamente se ponen la máscara y se deslindan de responsabilidad. ¿Qué decir si todo ya está dicho? ¿Qué nos queda más que repetir los logros del pasado? ¿Por qué entonces no aprovechar la situación, adaptarnos y vender obra basándonos en estos preceptos? ¿Y qué mejor que justificarnos teórica y académicamente?
Podemos pensar que los detractores del humanismo, del arte, son aquellos que lo minimizan, lo ignoran o abiertamente lo atacan. Pero en realidad sus enemigos más corrosivos se dicen artistas y trabajan bajo la bandera del arte. Yo no creo en banderas, creo en las personas íntegras que buscan la verdad y distinguen entre el bien y el mal.
jueves, 12 de febrero de 2009
De conocimiento y técnica
"¿Quién dominará el dominio y qué queda del sujeto cuando se convierte en objeto del saber y de la técnica?"
-André Comte-Sponville
Aunque enfocada a la medicina, también es una buena pregunta para compositores.
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